jueves, 10 de diciembre de 2015

Creación





Crearé mil mundos
para ti
pero no me llames dios,
me dijo el acróbata desde su grácil pirueta
sobre una planta de agua.

El insecto entonces
alzó su cabeza vivaracha
y con una lengua tibia
ungió mis labios.

Fue su tacto de hembra
el que desparramó pequeñas emulsiones
describiendo un aura
por el ceñido perímetro de mi cuerpo.

Un calor voluptuoso
me fagocitó.
¿Cómo podría habitar yo un paraíso tan extenso?






martes, 8 de diciembre de 2015

No moriré





No moriré
no

balbucea la presuntuosa insensatez una noche más
al sentir la levedad de mi cuerpo entre las sábanas
                                            (modesta percepción en un espacio
que anhela desprenderse de las horas)

Ahí
cuando el dolor no habita y la angustia reposa
                    yo me afirmo ufano en la ausencia
de sus signos
                    (tal vez se trate solo de su demora o de un mero aplazamiento)

No moriré:
                 adverbio arrogante            
conjugación tentadora
                                  aliados jugadores cuya partida acaban perdiendo
los más duchos y confiados                                                                                

Mantra al borde de los sueños:
no moriré
no moriré
               descendiendo su eco hasta mi entraña escéptica

                (vigilia y cuidado de que el fantasma de una pitonisa no aparezca
                para cambiar el sentido)

Y si el desvelo se alarga
razono contra la razón:
                                   no debo dar pábulo a las malas lenguas
que dicen que morir es inevitable
y reclaman que es lo propio de la condición vital

Dejo que la voz tenue y juguetona de un súcubo
                                                           recite con lengua de sexo: tú
no morirás
no puedes morir
                 
Sé que no
               que no estaré ni aquí ni en ninguna otra parte
pero que no moriré

Entonces ya a la orilla de la inconsciencia
                                                                  una rebelde aprendiza délfica
me atrae a su cueva y me dicta su sigilosa revelación:                        
                                                                           para llegar a ello
tendrías que aprender
a morirte                              
              y ya es muy tarde para que te inicies


      


                   

lunes, 7 de diciembre de 2015

Finjo




Me gusta fingir. Finjo
que no soy lo que soy.

No sé si es una forma de negarme
o de afirmarme. Es la costumbre.

Podría colocar en mi apariencia
máscaras acordes a los días y a las gentes
a las modas y a las órdenes. Es lo usual.

Pero no. Únicamente finjo
con sencillez y discreción
que no soy lo que previeron ni soy
lo previsible.

No quiero ser ya de otra manera.
Ni siquiera el que fui.
Mucho menos el que pude haber sido. Solo soy
el que finge.

Solo soy lo que se oculta.






domingo, 18 de octubre de 2015

No fue





No fue primero la geometría
sino la danza.
                     El cuerpo rotaba
sobre sí mismo ideando
espacios inexistentes.

Tal vez las sombras dibujaron antes
que una piedra caliza
                                 los límites de un volumen
pergeñando ya una a una cada cara oculta
con su propio dolor.

El primer geómetra
fue el mejor observador
                                     que desde aquel corro en torno
a la fogata
siguió los pasos de la bailarina
y se turbó con ellos.







Poeta mío




Poeta mío, para qué proponernos
ser felices, dijiste,
para qué trazar planes y aprisionarnos
entre los objetos
si los colores palidecen
y las palabras se desgastan
en el turbio transcurso de los días.

Luego, callaste.
Te pusiste a entintar con los volúmenes
y vanos de tu carne
obscenos signos sobre mi piel
enmudecida.







sábado, 10 de octubre de 2015






Dejar de ser




Dejar de ser madeja
y comenzar de nuevo:
apenas un hilo suelto
de mí mismo
empieza a tejerse nuevamente.

¿Qué retal será urdido
con fibras de la vieja materia?

¿Sabrá la nueva urdimbre hacer al hombre?

¿O es ya demasiado tarde
para emprender otra fantasía?



miércoles, 16 de septiembre de 2015

La llanura



La llanura es extensa
y las noches y los días pasan
y los rumores y las voces se alejan
y los fríos y los calores se relevan.

Solamente el silencio
parece no moverse de su espacio
minúsculo

y sin embargo tan íntimo.



miércoles, 9 de septiembre de 2015

El desierto



Si emerges o te hundes
no lo sabes.
Es un paisaje sin direcciones
ni meta ni refugios a tu alcance.

En este ámbito los lenguajes han extraviado
sus puntos cardinales.
Estás sin brújula
y vuelves a ser un primitivo
que se guía por el sol y por los vientos.

No adviertes con claridad por dónde pisas:
acaso tu tierra sea la memoria
o sólo deambules indolente
la propuesta de los días.

Aquí apenas eres algo
aunque parezca que lo fueras todo:
mero hijo de la desmesura de la tierra.
Su desgaste te alcanzará
y mudarás con ella
hacia tu propia disolución vertiginosa.

Para sobrevivir practicas un oscuro diálogo
con astros a los que no entiendes.
Te expandes cuando te agita
la oleada polvorienta
que envuelve a cuanto cuerpo habita
este suelo petrificado y arcaico.

Muchos llegaron antes
a tan inhóspito lugar.
No te hablan ni tú los ves.
No hay en tu mirada suficiente agudeza
para distinguir cuantos valles y páramos
fueron engullidos por hendiduras invisibles. 

No es el confín ni la muerte. Aún no.
Tampoco la pérdida más hiriente
que jamás hayas padecido. Es el silencio
inapreciable y coloquial
de la soledad en la que un día arraigaste.

No digas ahora que quieres irte. No podrás.
Pues tú mismo eres el desierto.