miércoles, 16 de septiembre de 2015

La llanura



La llanura es extensa
y las noches y los días pasan
y los rumores y las voces se alejan
y los fríos y los calores se relevan.

Solamente el silencio
parece no moverse de su espacio
minúsculo

y sin embargo tan íntimo.



miércoles, 9 de septiembre de 2015

El desierto



Si emerges o te hundes
no lo sabes.
Es un paisaje sin direcciones
ni meta ni refugios a tu alcance.

En este ámbito los lenguajes han extraviado
sus puntos cardinales.
Estás sin brújula
y vuelves a ser un primitivo
que se guía por el sol y por los vientos.

No adviertes con claridad por dónde pisas:
acaso tu tierra sea la memoria
o sólo deambules indolente
la propuesta de los días.

Aquí apenas eres algo
aunque parezca que lo fueras todo:
mero hijo de la desmesura de la tierra.
Su desgaste te alcanzará
y mudarás con ella
hacia tu propia disolución vertiginosa.

Para sobrevivir practicas un oscuro diálogo
con astros a los que no entiendes.
Te expandes cuando te agita
la oleada polvorienta
que envuelve a cuanto cuerpo habita
este suelo petrificado y arcaico.

Muchos llegaron antes
a tan inhóspito lugar.
No te hablan ni tú los ves.
No hay en tu mirada suficiente agudeza
para distinguir cuantos valles y páramos
fueron engullidos por hendiduras invisibles. 

No es el confín ni la muerte. Aún no.
Tampoco la pérdida más hiriente
que jamás hayas padecido. Es el silencio
inapreciable y coloquial
de la soledad en la que un día arraigaste.

No digas ahora que quieres irte. No podrás.
Pues tú mismo eres el desierto.