viernes, 24 de junio de 2011



La mirada es un ejercicio posesivo

La mirada es un ejercicio posesivo
que se practica hacia atrás.
Cuanto se espera del futuro
siempre es sueño.
Pero tú, territorio
conquistado al vaciado de los días
no cuentas el tiempo
sino los frutos que crecen y maduran
entre tus dedos.

miércoles, 22 de junio de 2011

Le persiguen los trazos

Le persiguen los trazos.
Entre aquellos primeros impulsos
indisciplinados
sobre el papel rayado
y las últimas palabras hurtadas
a los significados
¿qué ha cambiado?
Apenas la dirección del aire
el mismo
que sigue sujetando su mano.

sábado, 18 de junio de 2011

A veces una voz

A veces una voz extraña
le decía:
has nacido demasiado tarde.
Y otras, una ráfaga de viento
insinuaba:
has nacido demasiado pronto.
Sólo ahora sabe claramente
que brotó en el tiempo justo.

(Se lo murmura el borboteo incesante
de su sangre)

jueves, 16 de junio de 2011

No se escora la nave

No se escora la nave
hacia el abismo.
Hay mucho todavía por navegar
sin que la quilla encalle.
Sujeta el timón y endereza el rumbo
hacia la luz que procede
de la costa a la que estás abocado.
No hay mayor terra incognita
que la que no se explora.

miércoles, 15 de junio de 2011

Ingrávidas y pequeñas esferas

Ingrávidas y pequeñas esferas
de barro o de cristal: yo soy la gravedad
que fija vuestra órbita.
La posición de mis dedos insinúa la salida
con un golpe seco:
caída libre o calculada hacia el choque preciso
en busca de otros rostros sin aristas.
¿Recordáis ahora qué planetas visitasteis de mano
en mano? ¿Qué fue de aquellas conquistas pasajeras
en cada palmo de tierra por donde desplegasteis
vuestro impulso?
Entrañables canicas: mitad amuleto, mitad objeto de cambio.
Cuántas conductas tras vuestra humilde condición.
Cuántas complicidades y risas, pero también cuántas envidias
y extorsiones taimadas
bailaron al son de la oclusiva pronunciación
de vuestro nombre.
Apuntando con el tino de la memoria irrenunciable
yo os lanzo al infinito.

lunes, 13 de junio de 2011

¿Qué hay debajo?

¿Qué hay debajo del suelo?, preguntaba
temeroso el niño.
Agua, un océano enorme, le respondían.
¿Y debajo del mar?
Tierra, una montaña de fuego.
¿Y más allá del fuego?
Nada.
¿Ni tú ni yo?, inquiría con angustia
al hombre de manos de hielo.
Nada, salvo tú y yo.

domingo, 12 de junio de 2011

Mis primeras líneas

Mis primeras líneas
compartieron letras y tiznones.
Difícil recordar qué fue primero:
¿lo abstracto o lo figurativo?
El dedo insumiso quería escribir sin tiento.
Efímeras victorias reprendidas
aplastadas por el dictado
del padre y del maestro.
Y el puño,
aprovechando la bajada de guardia de mis yemas
rebeldes, enderezaba el filo
obligado por un tenaz aprendizaje
y se convertía en pájaro.
Sabio pico aquél formado entre el índice
y el pulgar de mi mano derecha
(la única reconocida en aquel tiempo)
Grano a grano cada picoteo del plumín
dibujaba los rasgos de un abecedario.
Figurativo.
Abstracto.