Y este anuncio prematuro de luces tibias,
la piel que se encoge y un falso olor
a heno que no proviene de ninguna parte,
¿a son de qué hacen su presencia,
dividiendo simétricamente mi instinto de náufrago?
El viento ha herido mi nuca como no lo hacía
desde el tiempo último del amor.
Como un mal presagio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario